En este caso opte por un pulpo, y aquí está con esa cara tan cachonda.
Está hecho en tela polar azul, así que es muy suave al tacto y muy amoroso. Para que destacara más, le puse unos círculos de tela azul con topitos blancos y le quedaron genial.
Para los ojos elegí una tela y luego le pinte la pupila con los reflejos de luz, con pintura textil. Las pestañas y su gran sonrisa están bordadas con hilo negro y rosa.
Para guardar el pijama, lleva un automático en la parte de abajo, donde están las patas del pulpo, esto facilitara que los niños puedan guardar el pijama perfectamente ellos solos.
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