Esta es la parte de atrás del tapiz para el taller, aquí se pueden ver mucho mejor, los motivos que lleva la tela.
Así que me puse manos a la obra. Lo primero era buscar una tela sugerente, que fuera muy bonita y al mismo tiempo llamará la atención. Y elegí esta, porque cuando la compré me enamoré de ella enseguida. Tiene uno de mis colores favoritos, el color guinda y los dibujos son preciosos, con corazones, lazos y pájaros. La del centro, donde va el letrero, es lisa en color gris perla, ideal para poner las letras bordadas, se iban a ver perfectamente, que es de lo que se trata.
Luego busque un montón de adornos para ponerle alrededor, todos ellos en referencia al tema de la costura. Al final quedo precioso.
Para las letras del taller, llamé a mi cuñado Iñaqui, que se dedica a poner letreros en todo tipo de superficies y objetos y se lo encargue. Que letras quería, modelo, tamaño y color. Y éste es el resultado del conjunto, del cuál estoy contentísima, ha quedado muy chulo, sobre todo, porque era lo que yo quería, para la entrada de mi taller.
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